A todos y todas nos toca en algún momento de nuestras vidas hacer una mudanza, o echar una mano a alguien que se muda, y sabemos que es de las situaciones más estresantes que se pueden vivir.
Respira hondo, si sigues estos sencillos pasos se hará más simple emprender esta aventura.
1- CONTRATA PROFESIONALES. Especialmente si es tu primera vez. Considera contratar una empresa de mudanzas y pregunta a conocidos que ya han pasado por ello para que puedan ayudarte. Si eres de los que valora el tiempo, la comodidad y el desgaste emocional que supone un traslado de un piso a otro, tú solo encárgate de inventariar todo lo que vas a trasladar (de esta manera te aseguras que no se pierde nada en el camino) y deja a los profesionales que su trabajo.
2- COMPARA. No te quedes con el primer presupuesto que te pasen, pregunta y compara. Tanto servicios, precios, tareas que va a desempeñar la empresa (para que luego no te cobren extras si tienen que bajar o subir algo) Y sobre todo, busca un servicio que incluya seguro por pérdidas o desperfectos, asegúrate de que lo protejan todo debidamente y si el material necesario para transporte y empaquetado está incluido dentro de la tarifa.
3- TRANSPORTE. Si vas a usar o alquilar furgoneta o camión, no hay hecho más desagradable que tener que hacer viajes de más y a deshoras, o tener que llamar al cuñado para usar su maletero por un triste error de cálculo.
4- PLANIFICA. Especialmente si has decidido hacer la mudanza por tu cuenta. Un planning de la jornanda te ayudará a planificar los días necesarios para dedicar a cada tarea. Ten en cuenta jornadas extra para imprevistos ya que una tarea siempre puede alargarse más de lo que habías imaginado.
5- MATERIAL NECESARIO. Y adquiere suficientes unidades para todos los que van a estar manos a la obra: cajas de distintos tamaños (para empaquetar y proteger las áreas comunes de tu escalera), cinta adhesiva, carretilla, rotuladores permanentes, tijeras, cúteres, papel de burbujas, sobres… Da por sentado que siempre tendrás que ir a por más; que no te pille en festivo.
6- HAZ LIMPIEZA. Las mudanzas son también una gran lección de vida, es el momento en el que nos damos cuenta de cuántas cosas innecesarias llegamos a acumular.
7- REGALA. Lo que tú ya no necesitas, otros los pueden aprovechar. Puedes encontrar asociaciones en tu localidad que les será de mucha ayuda libros, mantas, muebles, vajillas… Este hecho te ayudará a desprenderte sin remordimientos de ciertas cosas.
8- RECICLA. Separa los materiales en cada contenedor y para grandes cantidades o elementos grandes, infórmate de los puntos verdes y centros de recogida de tu barrio.
9- CONVIERTE LA MUDANZA EN UNA REUNIÓN SOCIAL. Implica a familiares y/o amigos para que sean parte del equipo. Sirve unos aperitivos, bebidas frescas, un poco de música y ¡voilá! Ya lo has vestido de happening. También sirve ser agradecido e invitarles otro día a comer; será todo un detalle. Y recuerda devolverles el favor cuando les toque a ellos.
10- EMPAQUETA CON SENTIDO COMÚN. No te pases llenando las cajas, sino no habrá Hulk que lo resista ni mezcles tipos de cosas en cada caja: la vajilla no la empaquetes con las toallas.
Usa bolsas de basura resistentes para objetos blandos (como edredones, cojines o peluches). Su glamour es cero, pero te ayudarán a completar espacios en el camión y de paso te servirán para proteger muebles y objetos delicados.
Etiqueta bien, de forma detallada, y evitarás el caos al llegar a tu nuevo hogar.
Recuerda que una mudanza es un capítulo nuevo en la vida y has de emprenderlo de la mejor manera posible, ¡que la mudanza no te quite el sueño!